TIEMPO DE CORONA

De pronto, el encierro habló, abrió sus fauces y los demonios encontraron la forma oportuna para salir. La incertidumbre se vistió de hacha y se desempolvaron las heridas. Y de repente, todo cambia. Los hilos que manejan el presente, deciden que ya nada es igual y que el amaño al que nos tiene acostumbrados, se quebranta. Desde entonces tomamos lecciones de asuntos que no estamos preparados para aprender, ni siquiera lo hemos pedido. Llega una avalancha de sensaciones y empezamos a desarmarnos por partes. Las certezas se van derrumbando como un juego de naipe, se interrumpe esa vida frenética y el coleccionar contrariedades hace su gala. Todo es diferente. El silencio se instala en nuestros corazones, nos miramos como si qu...