Y VOLVERÁ LA LUZ
Como un témpano de hielo
que ha crecido sobre la estepa,
se dibuja un cristal agudo y frío
que rompe el cuerpo
debilitando toda causa.
Mis lámparas titilantes
dejan ver a través del paredón
el remedo perfecto
de la finitud.
Aceras al abismo
acariciadas por la lluvia,
torrente.
Quizá una cerilla encendida
ilumine este camino
o tal vez se apague
y aparezca el ser de las luces
y nos encienda la vida
para siempre.
Tanto fuego quema,
Pero es preciso.
Y es una esperanza
ResponderEliminarTanto fuego quema...
EliminarA veces es preciso.
Tanto fuego quema...
EliminarA veces es preciso.
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