ESCUCHAR ESO QUE LLAMAMOS ALMA...
La distancia me ha empujado a la soltura; escuchar eso que llamamos alma se ha convertido
en una estación más en este universo de otoños, hojarascas y rosas.
Es así como reafirmo la sutil idea de lo amoroso y
ceremonial, comprendo cómo un breve aislamiento trae consigo un regalo.
Cada territorio ofrecerá por siempre la compañía y
vitalidad de un comienzo., la posibilidad
de cobijar los caprichos de nuestros labios, con el silente abrigo de otros
besos, mitigando así las aflicciones y los apuros a que nos lleva esta compleja
sociedad.
Cada sitio aún sin buscarlo habilitará un costado para soportar nuestros aromas y
derroches, sin importar su talla o peso.
Y si con el pretexto de huir llegamos, es porque somos llamados. Allí encontraremos una corriente para mostrar
nuestro vuelo, porque llevamos la esperanza de abordar un rostro con un nuevo semblante y así encubrir nuestros quebrantos.

Los quebrantos que nos ocasiona esta sociedad enfermamente dormida los provocamos nosotros con nuestra docilidad, asociada a la manipulación en la que nos dejamos caer por el desconocimiento de las reglas del Amor y de la Armonía Universal.
ResponderEliminarAsí es Jesús, nosotros mismos somos culpables de muchas cosas, pero aún podemos hacer algo, lo haces tú por ejemplo con tus posiciones de vida, todo lo que compartes en tus escritos y formas de acceder al mundo circundante. Gracias Jesús por tu comentario y por estar a mi lado desde hace tanto tiempo. Hasta siempre.
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