LA POESÍA COMO JUEGO DE PALABRAS. A manera de invitación. Séptima parte.
LA POESÍA
COMO JUEGO DEL PALABRAS
Cuando las emociones y los arrebatos se desfiguran,
nacen canciones irremediables, historias incalculables e inexistentes y poemas
de tantas esferas que ni la humanidad entera, puede igualar. De una u otra forma, no podemos desconocer
que la palabra por sí sola, es un poema.
Quiero hablar de la poesía como tejido de letras
interminables, alimento que vivifica el alma y bebida que refresca la
razón. Abecedarios que se juntan para
acercar países, personas de diferentes planos, patrias y generaciones.
Debo reconocer que la dinámica de la poesía se
descubre en los objetos, en cada gesto, en las calles más rubias, los parques,
los cisnes, las calles viejas, los corredores, las luces, la danza, los fogones
de leña, los campos, el sonido, el espacio, la vaguedad; en la necesidad de
decir y ser escuchado y todas las cosas que sugieren una mirada plena y
armoniosa.
Y aunque a veces el silencio sea la única flor
abierta, las palabras habitarán nuestras entrañas y nadarán en nuestra cabeza
haciendo o siendo poesía.
Tomado de: A MANERA DE INVITACIÓN. CUENTOS Y OTROS ENSUEÑOS.
Colombia
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