ORÍGENES
Al principio fue la
quietud, no había movimiento,
nadie cantaba, no se contaban historias y no
existían
la danza, el fuego ni la música.
Pero un día brotó una voz
y ella empezó a cantar,
entonó los versos más bellos y de ellos nació el
color
y si las notas eran intensas, intensas eran
las tonalidades y los matices.
Fue así como el movimiento
comenzó a brillar,
era ondeante y translúcido.
Poco a poco, bajo el hechizo de la música,
las almas que reposaban en el
olvido que
antecedía a la vida, se envolvieron entre nuevos ritmos
y se
hicieron cuerpo.
Canciones tristes,
alegres, soñolientas, frías, cálidas;
cada una proporcionando piel a cada
alma; se hicieron cuerpo.
Los ojos de aquellos seres
se abrieron muy despacio,
se hicieron corazón, pulmón y abrazo; se hicieron
cuerpo.
Y
comenzaron a levantarse, caminaron lentamente y mientras
nacían y se hacían
movimiento, la quietud se desvanecía
entendiendo que de sus entrañas brotaba el
nuevo mundo;
la vida.
Al
principio fue la quietud y poco a poco las notas
se hicieron cielo, mar y
tierra; se hicieron fuego,
miles de canciones brotaron por toda la quietud y
los cuerpos
caminaron.
Ellos, los cuerpos caminarán
por siempre.
Tomado de: SUEÑOS PARA UN BUEN DORMIR
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