PASTORES Y OVEJAS
Soñó que nevaba.
Hojas multicolores caían del cielo, pero al tocar
la hierba
se hacían diminutas bolas de nieve.
El círculo dorado se peinaba los cabellos dejando caer
innumerables hilos que acariciaban los tallos floridos
de aquel breve tiempo,
mientras se cubrían con el manto
blanco que el señor de los inviernos bordaba
después
del otoño.
El pastor cocía cintas azules que luego acomodaba de una
forma sutil en el cuello de sus ovejas para no confundirlas
con la nieve. En verano las cintas eran amarillas;
ovejas y
cintas para cada época.
La pastoril sonrisa se enredaba en el color del viento,
el
hombre se sentaba junto al rebaño a cantar viejas
y nuevas canciones,
arrullando una estación que sólo
existía en su memoria.
Tomado de: SUEÑOS PARA UN BUEN DORMIR
Claudia Patricia Arbeláez Henao
Colombia
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