Pedagogía de la palabra. NOMBRANDO EL MUNDO






A VIVA VOZ

La lengua materna es aquella con la que se nombra el mundo y así mismo, se reclama, se invita, se rebela el corazón, por esto y por otras cosas, está sujeta a la exploración constante.  Desde siempre nacen los poemas cantados, rimas atadas con cordones de arrullos invisibles, melodías infantiles, nanas y canciones de cuna que alivian el dolor, alejan las tristezas y con ellos la dulce voz que besa, da seguridad, complacencia y paz; relación que viene desde el vientre materno y se hace ritual.

El amor de la madre se teje a través del verso, no en vano la poesía es curativa - ¿qué madre no ahuyentó el miedo de su hijo con una canción de cuna o un conjuro infantil?  Allí están las mujeres que confeccionan colchas con retazos de sones de diferentes colores, pedazos de historias que recuerdan de su infancia, rondas que han pasado de boca en boca. – La madre entrega el verso.  

Están los padres que hablan de sus labranzas, los caminos hechos a paso de luces cuando sus padres a su vez, araban la tierra; aparece la voz del hombre citadino que ha acampado al son de los poemas que su mamá le cantó cuando era pequeño y los multiplica para el bien de sus hijos. Padres que van en busca del pan y regresan con relatos de cálidas tardes.  – El padre entrega el cuento.

Esas franjas aladas acompañadas del abrazo donde se hamaca al hijo o una mano que lo acaricia, servían de vestido; tonadas a solas, canciones de noches de lluvia heredadas de los abuelos y los abuelos de sus abuelos, porque al principio reinaba el decir a viva voz.
El ton ton del ratón que encontró Martín tin tin, el tic tac de los relojes y el plass plass al chapotear los charcos de agua, los juegos sonoros, jitanjáforas posibles entre las palmas de las manos, el simular la lluvia con los dedos que las golpean y el remedo de múltiples sonidos que brotan sin cesar, dan cuenta de este acto de amor.

La poesía sin duda alguna nos permite enriquecer la visión del universo, no solo es una sumatoria de versos o un juego de palabras, es un mar en cual se navega con libertad, desentrañando el sentido de las cosas.  Acto sublime que va más allá de lo terrenal, basta con mirar hacia dentro y dejar salir un poco de esa alma humana que desea fluir a paso de letras; es magia no sólo por lo que dice sino por cómo se dice.  Aún estallan en los recuerdos los poemas recitados en coral al conteo uno, dos y tres de la maestra en la escuela. 

De la poesía puedo decir que no sólo nace de la inspiración, sino de las motivaciones interiores que a su vez generan otras y se ramifican hasta perecer en eternos vocablos, es una experiencia espiritual, tan poeta quien la escribe como quien la lee; tan poeta quien la hace brotar como quien disfruta de ella y la alimenta.

La poesía nos permite enriquecer nuestra mirada lúdica frente al mundo, es un acto que va más allá de toda puerta entreabierta, un camino, un abrazo que nos ayuda a apropiarnos de la vida, un viaje, una forma de universalizarnos y de reconocernos.

La poesía evita el adormecimiento de la piel y la sordidez de algunas almas.
La palabra como poética del encuentro se hace preludio, los muchos respiros se guardan bajo la piel para no ser olvidados después de que baje la marea.

Acompañar cada alumbramiento a través de un poema y celebrar las palabras que tumbarán murallas y harán el milagro entre trompetas, es la vida en manantial. Procreamos retoños de vidas, azares y devenires que nos pertenecen desde el origen de los tiempos, aunque nunca sepamos donde hemos de terminar el camino, en la medida de lo posible.



Amo los poemas arrítmicos, los que no se circunscriben en ninguna escuela, descubrir las palabras disonantes en cada verso, dejarme sorprender por hombres y mujeres de verbo explosivo, sereno o delirante, a todos me debo. 

Al principio fue el verbo

Se hizo la voz y con ella los cuentos que brotan sin cesar
por los siglos de los siglos.

Se hizo la voz y con ella hombres y mujeres
que tejen historias a luz de la fogata
esperando que la luna se lleve el último respiro
antes de ir a dormir.

Se hizo la voz y con ella la posibilidad
de soñar mundos insospechados
señalando caminos sin regreso.

Tomado de: 
A VIVA VOZ
Claudia Patricia Arbeláez Henao


Comentarios

  1. Claudita mis respetos, que texto más motivador, todas sus palabras son de ensueño mágico e inspiración.
    Gracias por compartir tan valiosa información.
    Esto es para leer, releer y transcribir.

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