Ficha número 7. Lectura sensorial.





 

DE BONDADES Y OTROS VIAJES

 

Existen mil bondades en la lectura, hoy hablaré sobre esas lecturas, las de los cuentos infantiles, esas que llevan al niño al mundo de fantasía, al sentir, generar empatía con los personajes que encuentra en su camino, crear afinidades, disfrutar, reír, acompañarse, viajar de improvisto, sentir crujir las hojas y desvestirse de sensibilidad.  La lectura de cuentos infantiles incrementa el buen humor, la compasión, libera las tensiones, da reposo, agudiza los sentidos, genera lazos afectivos que redundan en el comportamiento social real, se tejen ideas, nuevos conceptos y conjeturas.  

La lectura de relatos oscuros, cuentos tradicionales, de hadas y ritos poéticos, expande el universo creativo, activa los sentidos dada la riqueza de elementos sensoriales, sujetos y objetos de poder que puede encontrar el lector u oyente, confronta al niño con sus posibles vivencias personales, ofrece elementos reveladores, formas de asumir la realidad o evadirla, alivia el cansancio una vez se descubre el retorno a casa, hace vida el encuentro con los antepasados y no hay afrenta contra lo absurdo.  A través de este acercamiento lector, se promueve el diálogo desde adentro, el silencio, el disfrute de lo simple; soñar, sincronizar con el mundo de lo no-creíble. 

 

La lectura de cuentos infantiles fortalece la imaginación, la lectura poética proporciona encuentros con otros seres interiores e ilumina el camino.

La lectura en todas sus posibilidades nos recuerda que hay un mundo que desconocemos, nos permite generar nuevas motivaciones, un espacio donde se reconoce la capacidad de condolerse, considerar al otro, soltar los miedos y acoger de nuevo el eco de otros tiempos y si escribir es la forma de concretar el pensamiento, la lectura es el encuentro con el ser íntimo que quiere brotar.

A través de los libros el lector crea, se encuentra en el mundo de la ilusión, corre el riesgo de quedar atrapado en las palabras y sus sabores, las formas, las imprecisiones, las informalidades, los fonemas con carácter indómito y la mágica posibilidad de vivir por encima de toda duda y desconcierto.

El niño que lee descubre una polifonía de letras y danza con ellas, se hace uno en su capacidad de asombro, se descubre más intuitivo y su esquema de comprensión del mundo se hace inmenso; hace comparaciones, vibra, se revela en una composición propia del mundo donde quiere habitar y a él va cuando su realidad no es suficiente lugar para estar o se duele en él.

 

Tomado de:

A VIVA VOZ

Registrado conforme a la ley.


LECTURA SENSORIAL

 

 

¿Lectura sensorial? ¿Existe la lectura sensorial?  Claro, es como si la lectura despertara tus sentidos o como tus sentidos intervienen dentro de un texto determinado.

 

De todas formas, no debes extrañarte, no es nada del otro mundo.  La lectura sensorial te permite descubrir cómo funcionan tus sentidos mientras lees y lo que ellos captan a medida que vas experimentando cosas nuevas.

 

Cuando tu profesor en el colegio te pide que hables de lo que sientes cuando lees, estás haciendo un ejercicio de tipo sensorial.

 

Si yo te pido que identifiques dentro de una lectura algunos aromas o esencias, estás haciendo un ejercicio de tipo sensorial.  ¿Me vas comprendiendo?

 

A través de mi propia exploración literaria he logrado comprender la forma coma intervienen los sentidos en todo este proceso y con esta agrupación que he hecho y espero que entiendas mejor las cosas.

 

Existen unos elementos sensoriales específicos, cuando los conozcas será más fácil para ti, saber de qué te hablo.

 


ELEMENTOS TANGIBLES: cosas - objetos – utensilios – texturas.

ELEMENTOS INTANGIBLES: valores – virtudes – atributos – cualidades 

ELEMENTOS VISUALES: colores - formas – rasgos.

ELEMENTOS OLFATIVOS: olores – aromas  – fragancias – esencias

ELEMENTOS AUDITIVOS: sonidos – ruidos – voces – canciones  – rondas.

ELEMENTOS GUSTATIVOS: sabores – alimentos – bebidas.

ELEMENTOS EMOTIVOS: sensaciones – sentimientos – emociones.

 

ACTIVIDAD



El animador de lectura, tallerista, padre de familia o docente, ofrecerá al participante de la actividad, un texto de acuerdo a la edad, para que en una lectura conjunta o individual, puedan identificar los elementos sensoriales y agruparlos.


La idea es que al socializar la actividad, se pueda llegar a acuerdos sobre este tipo de elementos y dialogar acerca de la importancia y fuerza que dan al texto propuesto.


Encontraremos que los elementos sensoriales son un referente especial en el tipo de emoción que se quiere lograr en el lector sin importar la edad.


Si los niños que participan en el encuentro aún no están el la etapa lectoescritural, el animador puede leer un cuento y él mismo agrupar las palabras en su pizarra o tablero.


Es importante preguntar a los niños qué sienten o piensan cuando se da lectura a esas palabras que hacen alusión a los elementos estudiados. 



Tomado de: EXPLORACIÓN LITERARIA

Claudia Patricia Arbeláez Henao.







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