Fícha número 31. HISTORIAS DE MI PUEBLO
Escuchar historias es
uno de los placeres que nacen en la infancia y que nadie puede perderse. En el
encuentro programado para este día, cada uno de los participantes, debe traer
una historia para contar.
Podemos sugerir al
grupo con anterioridad, que pida a un adulto de su familia, amigo o vecino que
le cuente algo que recuerde de su pueblo de origen y lo memorice.
Los, mitos, leyendas o
sucesos que nacen u ocurren en los pueblos, veredas, granjas, fincas, casi
siempre son llamativos para las personas por sus elementos maravillosos y
sorprendentes.
Si cada uno comparte
ese tipo de experiencias propias o ajenas, será un espacio de placer y
emociones para quienes hagan parte de él.
El animador, docente o
padre de familia puede entregar un número para que haya un orden al
participar. También se puede lanzar una
pelota caliente y quien la tome, será el primero en comenzar la actividad.
El resultado de esta
actividad puede ser la presentación de una bitácora de historias, donde se
reúnan los datos, hechos, nombres y espacios que quedan en el corazón, después
de escuchar a los compañeros.
Tomado de ATRAPASUEÑOS
Claudia Patricia Arbeláez Henao
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