Fragmentos

El dolor como una astilla inmisericorde en el centro devano los hilos en mis manos miles de pájaros marcan mi vuelo esperan mi tiempo y hacen nido mientras me desmorono, veo un huerto estéril en la luna vestigios de un paraíso que solo existió en mi memoria innombrable. El abuelo guardó sus secretos en la garganta de los infiernos y siguió impasible en su corcel negro. La magia se revela en el silencio, la paciencia y la quietud. Algún día – es una expresión sin color con hambre y sed. El desprendimiento es la mejor forma de libertad que conozco entrego lo que no es mío, aunque lo hubiera abrazado por mucho tiempo suelto los enfados, los miedos y las condenas devuelvo lo que ya no me mueve y vibro en lo que me da la paz Un minuto de silencio por quienes ya murieron sin advertirlo y siguen caminado desposeídos, desalmados sin valor y fuerza Me detengo en los ríos que guardan historias porque también son cem...