UN MINUTO PARA EL RETORNO
UN MINUTO PARA EL RETORNO Por todas las libélulas que salen de mi boca buscando la luz y las mariposas que acampan sobre mis párpados, por ellas el embrujo que palpita bajo mi lengua la necesidad de decir, de jugar con el aire matutino, la posibilidad del abrazo, el deseo de compartir con los seres que celebran la existencia, los matices de la voz y el alcance de cada susurro, así como los momentos de silencio prolongado. Brindo por cada lágrima mía y tantas alegrías. Brindo mientras traes en tus manos el calor proveniente del fuego de la hoguera que la madre encendió, cuidando sus tirabuzones llenos de reservas que no se fueran a encender, mientras se agachaba para retornar a la llama. Entregas la espiga, el ramaje presto a la quema y la copa de vino para dar el paso indefectible a la infinidad sobre la montaña. Cederemos los guiños al destino y en medio