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Mostrando entradas de junio, 2016

OFRENDAS

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   V Desearía fundirme en tu mirada profética y sublime que me lleva al borde de la demencia pero aún no puedo descifrar tus fascinantes misterios tus vagos pecados; aún no logro acercarme al abismo de tu desnudez. Tomado de: DEJACIONES Claudia Patricia Arbeláez Henao Colombia

VISTIENDO MI PIEL DE VERSOS

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Hazme un vestido con tus versos esperaré hasta que el traje esté listo para arropar mi alma desnuda, verás la danza de libélulas alrededor de mi cintura en pequeños remolinos de amor. Mientras me tomas almendrada demente y furtiva descubrirás los poemas que se fecundan bajo mi lengua, te sorprenderás al saberme lluvia plateada en pétalos de rosa en la piel que se renueva haciéndose inmortal. Tu boca, mi vocación pasadizo al cielo dispuesta, entreabierta y quieta presa de mi hondo respiro dejando conocer mí fuerza el poder acunado en mis entrañas durante tantos años, inviernos y lunas. Tus labios dadores de vida manantial fruta fresca fantasía en seda territorio de sueños en almíbar Tus dedos hundidos en mi vientre mariposeando en mi ombligo pestañeando en mis promesas azules esas en las que me reinvento me descubro crisálida a punto de nacer infinita. Tomado de: DE MIS POEMAS AZULES Claudia Patrici

EL INFINITO EN TU PIEL

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Garabateando en tu piel de apetitos colapso nunca lo advertí y ahora el infinito está cerca y lo abrazo. Tomado de: DE MIS POEMAS AZULES Claudia Patricia Arbeláez Henao Colombia

PROMESAS COLGANTES

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Al fondo tantas palabras que cuelgan tantos versos que se funden entre días meses, años. Poeta brillo dueño de la estrategia la del encanto, la del delirio. Al fondo cuelgan recuerdos eclipsados playeros y rizados como las olas del mar. Allí va el poeta buscando anclarse acercarse a un puerto donde el reposo llegue con la noche y las estrellas y al final soltarse de sonetos, odas y canciones. Al poeta, yo lo veo con su sonrisa explayada dueño de todo destiñendo su piel de aromas llegando con la palabra justa capaz de transformar con su poesía un día hecho de demonios en altares y palacios de corales y rosas. Poeta tan cercano de nortes de versos apacibles y rebeldes así se entiende contrariando su esencia y origen y aunque calle el poeta siempre se abrirá en destellos se hará fábula, historia, mito nacerá entre dioses y el Olimpo estará en su vientre, Su cielo eterno alcanzará  para todos y en los confin

TRAS EL VELO.

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¿Qué contarte? Qué decirte si todo lo sabes porque me has visto desnuda sin piel y sin versos ¿qué ocultarte? Qué negarte si después del llanto te busco insistente y me miro en tus aguas. Qué dibujarte si conoces en mí toda canción imborrable. Tomado de: DEJACIONES Claudia Patricia Arbeláez Henao Colombia

NOTA INTRODUCTORIA DE: DEJACIONES

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Este caminar insistente por la vida tratando de atrapar cada sensación, hace posible que el encuentro con la palabra sea menos distante y más profundo, es así como puedo comunicar un poco de eso efímero, trivial que me detiene en este mundo de perfumes y formas. Lo que hago ahora es limpiar mi alma y desvanecer aquellos entredolores que a veces me visitan. Después de todo recurrir a las palabras es el mejor camino para atraer nuevas o viejas compañías, tal vez porque sirven para conectar pieles, espacios y navegar en ellos; hablar de lo irreconocido, de esas cosas que sólo se dejan ver desde la ausencia.  Las palabras pueden justificar las noches de sirenas y eclipse s, los días estériles y fecundos, además  ayudan a soportar la ausencia, el dolor y la desidia.  Las palabras se encuentran trepando muros, acariciando prados o subiendo volcanes, se esconden, se ensanchan  según su condición, sirven para enmendar las promesas rotas, alivianar la carga, explorar y vencer.

TIERRA QUERIDA

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Niña mía desmembrada que me habita y conmueve deslumbra con sus ojos al citadino, provinciano y andariego que ara la tierra. Herida fuerte de corazón dueña del aspaviento la mentira, el cansancio los miedos de una memoria que sobrevive. Primavera bañada de azul donde tantas llagas se encuentran el temor reposa y el sudor se desborda entre ríos. Te amo pequeña valiente irrenunciable canción andina afligida madreselva cordillera extendida bajo mis pies. No llores más primigenia de mis sueños. Tomado de: DEJACIONES Claudia Patricia Arbeláez Henao Colombia

SUEÑO BLANCO

Sobre la gran montaña rodaban extensos y floridos jardines. La doncella corría como nunca buscando algo que por cosas de la vida, había perdido aún sin conocer; de repente se encontró en un pueblo deshabitado, las puertas  y  ventanas eran coloridas; puertas y ventanas que no conducían a ninguna parte pero que al abrirlas dejaban advertir el cielo, las nubes y toda la quietud que habitaba en las alturas y siempre estaban acompañadas de pájaros, frutas y árboles muy verdes que brotaban del azul celeste.  Desde allí se divisaba una delgada pero larga carretera que cruzaba el pueblo. Esta vez el cielo y el frondoso verde eran uno solo. Después de abrir y pasar por la puerta más grande, la mujer caminó hasta encontrar un corredor inmenso donde apuntaban con intensidad los rayos del sol.  Desde allí  alcanzó a ver un hombre desnudo, su piel amarilleaba al compás de los punzantes rayos, sus huesos se dejaban asomar, no tenía cabello y estaba sujeto al silencio; había mucha

Nota introductoria de: DE MIS POEMAS AZULES

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NOTA Mi poesía es tan solo un ramillete de asomos de esa  vida que se dispone a mi paso; obstinada  sigo el camino de la palabra porque ella me  ayuda a ver con claridad lo que mi razón me impide ver.   No pretendo que todos mis desenfrenos sean leídos desde  la razón, a veces es necesario bañarse de locura para existir,  sobrevivir y si te sumas a mi esfuerzo aunque sea  desde la distancia, habrá valido la pena este camino  al que yo llamo, un ejercicio del alma , otras cosas  pasarán frente a tus ojos como simples frases y versos  en cadena, manojo de ilusiones y tal vez en esta  ocasión no serás aliado de ellas porque tu mundo  es ajeno y perteneces a otro lugar;  de cualquier  manera estamos en este universo de palabras para ser  leído al antojo de unos ojos errantes y de grandes alas. Tomado de: DE MIS POEMAS AZULES Claudia Patricia Arbeláez Henao Colombia

EL REPARADOR DE SUEÑOS

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Este era un andariego perseguido por su capacidad de soñar.  Incansable, infatigable y amigo de la calle era el andariego, persistente, devorador de ilusiones.  Preso de la asfáltica ciudad y abatido por la tristeza, decidió un día caminar por el mundo en busca de sueños. Así fue y eran tantos los sueños, grandes, pequeños, inalcanzables, fugaces, rebeldes y emotivos.  Sueños de un día, de una tarde, producto de un beso o un abrazo, sueños que envolvían noches de dos en dos. Sueños pueriles, envejecidos, certeros, carentes de futuro, sobrellevando el pasado.  Eran muchos los sueños; sueños de alcoba, de almohadas, de lechos frívolos y fríos, de cálidas sábanas, de cortas y largas infancias;  sueños de hombres y mujeres, niños y ancianos, sueños que evocan recuerdos y a través de los cuales se tejen historias.                                                Tanto caminó el incansable andariego que un día ya sorprendido por la fatiga, pensó

LA VOZ QUE LE ARRANCÓ LOS OJOS

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Despertó al amanecer y descubrió que todo estaba más oscuro que de costumbre, se frotó los ojos, miró de nuevo alrededor pero todo seguía  oscuro, así que se levantó despacio de su cama, pisó el suelo helado, caminó con cuidado por toda  la habitación pero nada cambiaba aún.  Quiso mirar tras la ventana, todo continuaba oscuro.  La negritud se había tomado el tiempo y la geografía de su gran mansión. Tocó su cuerpo lentamente, lo recorrió con sus dedos y las palmas de sus manos explorando como otras veces, cada espacio de su fisonomía.  Nombró extremidades, entradas y salidas, miembros, órganos, músculos y huesos, así comenzaba a recordar cada forma, antes ya había deambulado por sus propios caminos. La luz del sol ya debería romper la mañana, así que comenzó a buscar la salida de aquel lugar, recorrió cada pasadizo y de la misma forma como tanteó su ajado cuerpo, examinó cada pared mientras descubría en ellas su inmensidad.  Aún si ve