Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2021

POR EL DERECHO A DECIR

Imagen
  POR EL DER ECHO A DECIR   Te invito a escribir la historia desde adentro, desde tus simientes, silencios, ecos, fatigas, pero, sobre todo, desde la esperanza. Permite que las cerillas que te encienden se pronuncien a través del fuego que alimenta el leño y fustiga la sombra.   Cada palabra abraza un color, un aroma, una textura y un sonido, por eso el verso encierra un código emotivo que permite nombrar la sed, el dolor y la ira cuando el grito no alcanza.   Y si la palabra es paz y verdugo, en el silencio reconocemos las fugas de luz y de oscuridad entre los hombres; entonces ¿cómo comprender el alcance de la palabra justa o el mérito en el silencio encorsetado, cuando ambos son principio y fin?   Dime ahora ¿Qué hacer mientras deja de sangrar la herida?   Te silencias frente al precipicio o escribes para exorcizar los demonios o unirte a ellos en un mismo clamor.     La libélula teje con hilos de sangre los agravios, el olor de la carne ya putrefacta se asienta, bus

LAS BRUJAS DE URANIA

Imagen
  LAS BRUJAS DE URANIA   Mujeres de vida nocturna como le habían enseñado,   impertinentes a veces, dueñas   de múltiples lenguas ya en decadencia y voces legendarias, cantaban alborozadas mientras cosían,   retrotraían las almas más antiguas y jugaban con ellas como bolas de cristal hasta una nueva orden. Guardaban los hilos y las lanas en grandes cuencos y los escondían de los hombres tras las farolas del cerezo que descansaban en el patio de atrás. Nadia podía saber el origen de los espíritus y gracias a su afán de ubicuidad, podían señalar el espacio y el día justo de su penuria. Me habló mucho de las damas de fuego, cantó con ellas noches enteras y a pesar de su paciencia para que entendiera, n unca pude ver cómo las brujas de Urania pasaban las noches desatando los nudos para atarlos de nuevo al amanecer; ella decía, que era mejor ver este espectáculo que quedarse sentada esperando la voz de un príncipe que la amara de verdad. Primero porque los príncipes siempre morían a

LAS VENTANAS.

Imagen
  LAS VENTANAS - Ventana ventus viento- entra.     Hay ventanas de diferentes tamaños, unas con marcos coloridos, algunas alas móviles para abrir cuando asoma el día y cerrar cuando cae la noche. Las ventanas son grandes ojos, bocas, narices; por ellas asoma la vida, las esperanzas, las tardes de lluvia, los soles amarrados al cielo. Ventanas de amor, compañía o soledad; coloniales, medievales, de princesas, cuadradas, cristalizadas, semiabiertas, viejas, nuevas; de papel o madera. Las ventanas de Baudelaire, las floridas de Ramón López Laverde, las de mi abuela materna, la que daba al cementerio y la que dejaba pasar un rayito de luz. Pequeños puertos de tantas infancias, por donde pasaban las cartas de amor, los pasos danzarines, algunas serenatas, las procesiones de mi pueblo, el señor de las frutas y el cambiante de oro por ropa o piezas viejas. Las ventanas postreras de García Lorca, las profundas de Huidobro, las de Benedetti que me recuerdan las basuritas que se