A CORTO PLAZO
Aquí sigo reconociendo
al amado en la intensidad de su abrazo.
Mientras
besas mi vientre, mis senos y mis hombros, mis piernas se ajustan al viento y
se abren como las puertas de un gran abismo para que entre la primavera.
se abren como las puertas de un gran abismo para que entre la primavera.
Tus
manos arrancan fuertes latidos al
sorprender mi espalda desnuda, tan blanca y
cubierta de besos. Voces entrañables nacen y mueren con cada respiro,
no hay principio ni fin cuando tu cuerpo se desdibuja plácidamente sobre mis campos.
cubierta de besos. Voces entrañables nacen y mueren con cada respiro,
no hay principio ni fin cuando tu cuerpo se desdibuja plácidamente sobre mis campos.
Poco a
poco, despacio, me recorres con tu boca de seda, buscando resarcir
el daño que ha causado la soledad otras veces.
el daño que ha causado la soledad otras veces.
Con voz
agitada trato de pedir un poco de tu oxígeno para alimentar mi piel sudorosa,
cálida, inquieta y llena de secretos.
cálida, inquieta y llena de secretos.
No bastará
una noche para que sientas la inmensidad del cielo en mis músculos,
no basta una noche para sentir la inmensidad del mar en tus piernas.
no basta una noche para sentir la inmensidad del mar en tus piernas.
No
bastará una noche para que conozcas la
historia que renace en mi cintura siempre,
a tu regreso, no bastará una noche para deambular entre caricias y estrechos abrazos.
a tu regreso, no bastará una noche para deambular entre caricias y estrechos abrazos.
Solo en
el ocaso de una temprana existencia, podré descifrar uno a uno los
misterios que se guardan en el gran témpano de hielo cuando se hace río en mi cima.
misterios que se guardan en el gran témpano de hielo cuando se hace río en mi cima.
El pudor
tiene otro matiz cuando en el lecho de un otoño, nace apacible
la esperada flor que juega a ser tan profunda y eterna como el alma misma.
la esperada flor que juega a ser tan profunda y eterna como el alma misma.
Suave, me
tomas con insistencia recorriendo mis valles con tus dedos, volando sobre
el paraíso haciéndote ave.
el paraíso haciéndote ave.
Este
cielo será tuyo, como tuyo mi cuerpo y no bastará la noche para que te bebas
mi estrella y no bastarán los días para dormir sobre tu lecho.
mi estrella y no bastarán los días para dormir sobre tu lecho.
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