Ficha número 41. OBSERVACIONES GENERALES
La promoción de la lectura y la escritura, comienzan con la exploración creativa
desde los primeros tiempos de vida de ser humano.
Para fomentar la
creación artística en los niños y jóvenes, debemos comenzar por ser padres
lectores, adultos amorosos y llenos de pasión por las diferentes
manifestaciones humanas que fluyen en la estética, la corporeidad, la música,
el color, la belleza y la palabra.
No existen
fórmulas mágicas para avivar el amor por el arte, no hay una ruta marcada que
nos delimite los pasos; es más un asunto interior, de vocación y compromiso.
Cuando una
persona está convencida de la finalidad que tienen la literatura, las artes
escénicas y plásticas, el cine, la danza, el mundo de la creación en cualquiera
de sus campos, la filosofía misma, la búsqueda espiritual a través de las
manualidades, la humanización de las actividades cotidianas y la cultura como
eje, construcción y sostenimiento de los grupos sociales, sabrá reconocer la
fuerza de las cosas e impulsar a otros en este mismo sentir.
Desde mi
experiencia como docente, puedo decir que cualquier ser tiene la capacidad de
iniciar procesos de sensibilización, en este caso, el acercamiento con la lectura
y la escritura. De igual manera, no debemos olvidar que los talleres y espacios
de creación deben ser abrazados desde la experiencia creativa, primero el
reconocimiento de la palabra y luego su función comunicativa, emotiva,
espiritual y social.
Los procesos
de producción escrita, no tienen que ser concebidos desde el inicio como fin
último de las actividades que se promueven en casa o en los diferentes grupos
académicos. Antes que resultados
concretos, se busca explorar y multiplicar los espacios para la interacción con
el mundo interior, los resultados surgen y se concretan con el tiempo.
Con la lectura
sucede algo parecido. No se puede pedir a un niño que lea sino ha tenido un
acercamiento con la lectura, los libros, el papel, el verso, la narrativa, el cuento,
las rondas, la música y las huellas que han dejado quienes crean. Se aprende a leer leyendo, pero generalmente se
llega a amar lectura cuando es una ofrenda, un regalo y un ejemplo, cuando se
ha estado inmerso en el mundo “de los decires”.
El proyecto
ATRAPASUEÑOS, ideario primero, es sólo una propuesta de acciones que se
complementan de la mano de un padre de familia, un maestro o promotor, que las
usa para ampliar su mirada. Aquí no hay
pasos ni promesas, sólo miradas y luces, para impulsar procesos y
establecer pactos personales con la vida.
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